martes, 29 de julio de 2008

Conozca a Inti Wara Yassi – Sol, Estrella, Luna



Sin lugar a dudas, la Comunidad Inti Wara Yassi (Inti = sol en quéchua, Wara = estrella en aymará y Yassi = Luna en chiriguano guaraní), se constituye en una inédita conjunción de términos que ha dado empuje a una de las organizaciones más significativas, ligadas a la salvaguarda de la fauna nativa en Bolivia.

Por más de dos décadas, niños y jóvenes –principalmente- hemos visto a sus voluntarios en diferentes actos públicos dando a conocer la filosofía de la institución, en la protesta y la idea; siempre enmarcados en el rescate de animales silvestres que en calidad de mascotas, espectáculo para circos, tráfico, e incluso víctimas en zoológicos, habían sido arrancados de los inmensos bosque que tiene el país.

Fuimos testigos cuando fueron atacados por el Gobierno Municipal de La Paz, a mediados de los años noventa, cuando una nueva gestión desconoció un acuerdo firmado por la precedente que les cedía por una década un espacio verde como el Jardín Japonés, desalojándolos de manera violenta y difamándolos para justificar esta medida furtiva.

No obstante, para el fundador de la Comunidad Juan Carlos Antezana y su seguidora Tania Baltazar esto los fortaleció, habiéndose convertido, luego de más de un decenio de este suceso, en una de las organizaciones más importantes que evita el tráfico de animales silvestres mediante campañas de concientización, de preservación de la flora y fauna silvestre y de rehabilitación de animales rescatados de la crueldad que pareciera hábito en nuestras sociedades desde siempre.

Hoy sus eventuales detractores, quedaron sumidos en el olvido, mientras Inti, Wara, Yassi ha crecido vigorosamente.

Su abrupta salida de la ciudad La Paz, los llevó a una de las zonas más ricas en ecosistemas y biodiversidad del trópico de Bolivia, el denominado Chapare; sitio marcado por innumerables sucesos políticos y sociales de la historia boliviana de los últimos años, la zona cocalera de los enfrentamientos y la violencia, empero, fantástica por sus paisajes y vida silvestre, que termina con la zona montañosa y que da lugar a bosques cargados de riquísima variedad de vida centímetro a centímetro.

El Parque Machía, de propiedad municipal de Villa Tunari, los alberga en sus 36 hectáreas y fue el puntal para que cientos de animales de diferentes especies sean rescatados en las ciudades y el campo, comprobando en la práctica que sí es posible que algunos retornen libremente a su hábitat, otros lleven procesos muy largos y vivan en semilibertad, y otros definitivamente por el daño causado no puedan retornar jamás a su lugar de origen.

Cuenta Tania o Nena, cuadros realmente espeluznantes de animales que llegaron o los derivaron, moribundos; con huesos rotos; quemados con el fin de “enseñarles” a realizar alguna “pirueta”; con cambios drásticos a su alimentación, enjaulados por años; crías que fueron arrancadas de sus madres sacrificadas, u aquellos que por vivir en hábitats tan hostiles y en condiciones tan inmisericordes terminaron con enfermedades perennes, como es el caso de “Quirqui”, éste tiene reumatismo por haber vivido en un lugar frío como es Oruro en una jaula construida con cemento.

Tania Baltazar, es ahora la cabeza del refugio en el Parque Machía, sus actividades académicas, sociales y económicas se han quedado atrás para darle una dedicación total a esta actividad, “imagínate, han pasado como si nada 12 años, desde que me vine…”, manifiesta, mientras los monos araña, trepados en su cabeza le hacen cariños… y se la ve recorriendo día a día las orillas del río, o ascendiendo en el bosque del Parque Machía.

Para la Comunidad Inti Wara Yassi, el año 2003 ha significado la concreción de uno de sus sueños, gracias al apoyo de Quest Overseas, les significó ser propietarios del Parque Ambue Ari que significa “otro día”, con 806 hectáreas, en Guarayos, Santa Cruz.

Es deslumbrador comparar luego de su arribo al Chapare y ahora –años más tarde- la consolidación del proyecto. Fuimos testigos de una situación de falta total de apoyo y puro empeño, hasta que hoy cuenten con infraestructura propia, pequeña aún; no obstante verlos con computadores, un laboratorio, una sala de atención veterinaria, y 5 profesionales trabajando y decenas de voluntarios, muestra la validez de todo este esfuerzo.

Esfuerzo que se resalta con una Comunidad que ha tenido la mayor cantidad de jóvenes voluntarios bolivianos y aquellos que llegan de todo el mundo, especialmente de Europa, aunque se dan caso de australianos, africanos, y de norte y Sudamérica. Tratándose del ejemplo de voluntariado más grande del país en temas ambientales, puesto que se menciona alrededor de 2.000 que llegaron en la última década y que son el sustento de la organización y una captación de recursos económicos insoslayables para Villa Tunari.

No en vano se premió a Juan Carlos Antezana, con el Premio Héroes de Jane Goodall, de la entidad The Jane Goodall Institute, entre 5 personas en el mundo, resaltando su labor ambientalista e inclusión de niños y jóvenes en sus tareas; y su trabajo ha sido motivo de notas en importantes canales de televisión como Animal Planet. De la misma manera, Tania, ha sido premiada por la Cámara Junior de Bolivia como Premio de Joven sobresaliente, liderazgo Moral y de la Cumbre Mundial de Mujeres en Estocolmo como Reina de la Selva.

La Comunidad ha firmado convenios con universidades del país, para prácticas y pasantía de sus estudiantes, cuenta con un grupo importante en el mundo de apoyo, especialmente voluntarios que ya participaron en tareas en el sitio, y se han editado diversos materiales como el libro Machía Refugio Natural de Remo Alberto Di Natale, una excelente obra con alto valor fotográfico.

Han aprendido en la práctica la convivencia con los animales, y cómo deberían ser tratados luego de innumerables traumas, pugnando con los vaivenes políticos administrativos de los municipios que los acogieron o intentaron separarlos.

Quién puede señalar con el dedo esta labor, si somos nosotros quienes acicalamos el maltrato a los animales en general, que no hemos acabado de comprender que nuestras actividades, por los grados de contaminación están arrasando con la vida y poniéndola en constante y permanente peligro.

Un agradecimiento a Tania, Juan Carlos, Vladi, Jhonny, y todos los voluntarios quienes forman parte de la Comunidad Inti Wara Yassi, por su labor, su entrega, su capacidad de decirnos que sí es posible pensar en la solidaridad como un bien incuantificable.

Fotografías: Gustavo Cardoso / Bolivia / Villa Tunari / Julio 2008

Visite el sitio que incluye fotos de este artículo en: http://observanciafotografia.blogspot.com

martes, 22 de julio de 2008

La Cordillera Real: el nevado Illimani

“La atmósfera parecía de una incomparable transparencia cuando mirábamos a nuestros pies los centenares de valles que, semejantes a los amplios pliegues de un inmenso manto, rodeaban el macizo Illimani y las vertientes de las montañas circundantes; en la bóveda del cielo, de un azul oscuro casi negro, el sol ardiente planeaba como un disco (...). Nos bastaron unos instantes para efectuar la lectura del barómetro: marcaba 318 mm.; el punto de ebullición del agua era de 79°4… (Charles Wiener – Misión científica francesa en América Meridional / mayo de 1877).


Con una extensión de casi 180 kilómetros, y con una cadena de montañas nevadas, la Cordillera Real o de La Paz, evidencia uno de los paisajes más espléndido de los Andes bolivianos. Incólumes formaciones de roca, hielo y nieve, generarán intrincados pasos y cañones, con profundidades de decenas a miles de metros, iniciando así extensos ríos que confluirán en el Amazonas y escondiendo en sus entrañas importantes yacimientos minerales.

Estas cumbres son las más altas de Bolivia, “(…) donde se destacan el Illampu con 6.421 m. el Illimani con 6.402m, Hanko Uma con 6.380 m.”, el Huayna Potosí con 6.088 m., el Mururata con 5.869, el Chacaltaya 5.393 m. haciendo un total de más de 20 picos.

El Illimani, macizo que tutela a la ciudad de La Paz, se convierte en uno de los mayores acumuladores de agua, y con los otros nevados, bañarán a diversos ecosistemas, entre los que se destacan los valles mesotérmicos interandinos subtropicales o Yungas. La influencia de éste sobre la temperatura regional, por ejemplo, regula hacia abajo los bosques de neblina o cejas de monte, zonas de alta precipitación pluvial que diferencia regiones ecológicas y define esa riqueza de flora y fauna. Esta irrigación y precipitaciones pluviales consecuentes –extraordinarias- darán lugar a la mayor biodiversidad del mundo por unidad de superficie, que va por encima de los 6 mil metros hasta las verdes sabanas del Amazonas.

No obstante, el cambio climático, está poniendo en una sentida emergencia esta dependencia, y por ende la complejidad de los ecosistemas naturales, por los procesos acelerados de derretimiento de los deshielos de éstos glaciales guardados en los Andes, “(…) manteniendo las condiciones climáticas de los últimos 20 años, los modelos y las mediciones in situ muestran un acelerado decrecimiento del nevado de Chacaltaya, proveyéndose su desaparición hacia el año 2010-15, las pérdidas son aproximadamente de 1 m. anual de hielo, cuyo efecto directo es el caudal de agua hacia la ciudad de La Paz, a esto se sigue casi progresivamente los otros nevados aledaños a la ciudad. Si las condiciones climáticas van en franco aumento, tal como parece ser, se espera cambios más drásticos no sólo en los nevados andinos, sino a nivel mundial…

“Debido al deshielo de los glaciares se puede esperar que en el largo plazo, los flujos base de los ríos originados en estos sean más reducidos y que los picos y crecidas sean más agresivas. Ambos extremos hidrológicos afectarán negativamente la calidad del agua. Durante los periodos de flujo reducido, las concentraciones crecientes de toxinas, los contaminantes bacterianos y la presencia de algas son comunes, mientras que las precipitaciones intensas aumentan el riesgo de que los contaminantes urbanos y rurales como basuras, alimentos y excretas del ganado se difundan a otras cuencas o cauces”.

Miércoles, 18 de abril de 2007


Miércoles, 18 de abril de 2057


Disminuyamos el carbono en nuestras vidas…

Visite nuestra muestra fotográfica del nevado illimani en: http://www.flickr.com/photos/observancia/

Fuentes:
Montes de Oca, Ismael 1989: Geografía y recursos naturales de Bolivia, Academia Nacional de Ciencias de Bolivia, La Paz, 576 pp.

Wiener, Charles 1993: Perú y Bolivia, relato de viaje (reedición), Instituto Francés de Estudios Andinos, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, 860 pp.

Arana, Ivar, García, Magalí y Aparicio Marilyn 2007: El cambio climático en Bolivia, Programa Nacional de Cambios Climáticos, La Paz, 135 pp.

Cambios climáticos en la cordillera andina / Anwibuma.


Fotografía: Gustavo Cardoso Subieta / Bolivia / Abril 2007 / Julio 2008

jueves, 17 de julio de 2008

Riqueza biológica Amazónica


Garza blanca (Ardea alba)
“Solitaria o con otros individuos a cierta distancia, se alimenta manteniéndose quieta por largos periodos en aguas superficiales”

Pato Forestal Putirí (Dendrocygna autumnalis)
“Activo de día y o de noche. Descansa posado en las ramas altas y desnudas que rodean los curiches. Se reúne con los otros patos forestales en los humedales”.

Oropéndola encopetada (Psarocolius decumanus)
Mayormente solitario, a veces se junta con caciques y oropéndolas, en las partes altas del dosel, siempre escudriñando, por insectos o frutas.

Bato (Jabiru mycteria)
“Como la Cigüeña Maguarí (Ciconia maguari), cuando no está nidificando, se une a grandes grupos cerca del agua clara. Acecha a su presa sobre el pasto seco o en áreas inundadas. Construye espaciosos nidos de palitos en árboles grandes y cría un polluelo”.

Pato forestal colorado (Dendrocygna bicolor)
En bandadas, los patos forestales se reúnen en los humedales. Activo de día y de noche”.


La riqueza biológica de la Amazonía ha dado lugar a muchos estudios científicos, ha ennoblecido el mito de sus pueblos originarios o ha servido para ennoblecer la literatura de géneros como el cuento y la novela. Es tan amplia su biodiversidad, en sus diferentes hábitats, que probablemente sea la mayor comparando otros ecosistemas en el mundo.

Nueve países compartimos, esta fabulosa floresta tropical, considerada el refrigerador del planeta, por la contribución al enfriamiento de la atmósfera, gracias a las lluvias que se generan, en admirables espectáculos entre aguas y exorbitantes guerras épicas de truenos, rayos y relámpagos.

Nótense estas impresionantes cifras de su riqueza biológica, gracias a su 20% de agua dulce del planeta que da vida a alrededor de 3.000 especies de peces y 2.000 de aves, además, de “60.000 especies de plantas superiores, más de un 20% del total mundial”, aunque se hablan de millones en general; se calcula que 10 millones o más de insectos, y números exorbitantes de reptiles, anfibios y microorganismos por clasificar.

No obstante, la actual crisis del calentamiento global, la deforestación y la actividad humana, han puesto en vilo esta inmensa riqueza, que incluso no ha sido clasificada en su totalidad. Cada año se descubren más y más especies, y quizá la respuesta para la cura a muchos males de la humanidad esté encerrada en estos ecosistemas, que a este paso tal vez no sabremos si existieron.

Fuentes:
Flores, Bedregal Eliana / Capriles, Farfán Carlos 2007: Aves de la Amazonía boliviana, Librería Armonía, La Paz, 448 pp.


Fotos: Gustavo Cardoso / Julio 2008

viernes, 11 de julio de 2008

Los condenados

Mico capuchino (Cebus capucinus)

Macaco Prego (Cebus apella)

Oso Jukumari o oso de anteojos (Tremarctos ornatus)

Jaguar o tigre sudamericano (Panthera onca)
Tucán Toco (Ramphastos toco)
Composición y Fotografía: Gustavo Cardoso / julio 2008

lunes, 7 de julio de 2008

El magnífico Lago Titicaca



El altiplano sudamericano, compartido entre Perú, Bolivia y Argentina, que se extiende sobre los 2.000 Km. de largo y 200 Km. de ancho aproximadamente, y con una variación entre los 3.700 a 4.600 metros sobre el nivel del mar, alberga una de las masas de agua dulce más importantes de Sudamérica; el Lago Titicaca, que tiene una extensión de 8.562 Km², y situado en los 3.809 m.s.n.m. y se sitúa en la parte septentrional de esta altiplanicie.

Por su extensión “(…) como por su profundidad, ha sido considerado el lago navegable más alto del mundo”, y está dividido en dos cuencas lacustres: el Lago Menor o Huiñaimarca y el Lago Mayor o Chucuito, “estas dos partes se unen por el estrecho de Tiquina, de 850 metros de ancho aproximadamente, y alcanza una profundidad entre 285 m. a 40. “Más de los dos tercios del primero tienen una profundidad superior a 150 m. en tanto que el segundo tiene solamente (…) de 5 a 10 metros en la mayor parte de su extensión.

Este ecosistema alberga poblaciones biológicas endémicas como moluscos, anfípodos, peces, en muchos casos únicos, algunos insectos, y una flora siendo la principal la totora (Schoenoplectus tatora), especies sumergidas u otras flotantes.

Su riqueza nativa piscícola se establece en el “genero Orestias Valenciennes”, no obstante en las últimas décadas se han introducido otras especies con fines comerciales, que aún cuestiona por el desequilibrio que esto puede haber causado, denotando que se trata de un frágil ecosistema, que incluye además una rica avifauna con alrededor de 50 especies.
Hoy, el Lago Titicaca necesita del apoyo de todos para su conservación.
Le invitamos a ver más fotografías del lago titicaca en: http://www.flickr.com/photos/observancia/
Fuente: Dejoux, Claude y Iltis, André (Editores) 1991: El Lago Titicaca – Síntesis del conocimiento limnológico actual, ORSTOM, HISBOL, La Paz, (584 pp).
Foto: Gustavo Cardoso Subieta / Julio 2008