Propuesta de norma para metales pesados contenidos en pilas y baterías

El Instituto Boliviano de Normalización y Calidad IBNORCA, como Organismo Normalizador privado, ha convocado a alrededor de 20 diferentes entidades públicas y privadas del país para conformar un Comité Técnico de Normalización “medio ambiente y tratamiento de pilas”. Este conglomerado, está funcionando regularmente y se vienen trabajando los lineamientos de definiciones y clasificación de elementos y componentes contaminantes, agentes químicos, toxicidad, etc., en un importante trabajo que será, sin lugar a dudas, un aporte sustancial en la búsqueda de legislación específica al respecto.

Considérese que el tema de los residuos sólidos peligrosos como son pilas y baterías que contienen metales pesados, ha sido una preocupación de muchas entidades nacionales, debiendo rescatarse todas las experiencias en pos de un bien común, resaltando propuestas del Gobierno Municipal de Santa Cruz de la Sierra que hace prácticamente una década atrás emitió una ordenanza al respecto, la experiencia de la organización Swiss Contact en Cochabamba, la Prefectura del Departamento de Tarija, y Observancia a través de la presentación de un investigación, un documental, y el Proyecto de Ley residuos sólidos peligrosos, ingreso, uso y disposición final de pilas y baterías.

¿Por qué se consideran a pilas y baterías como residuos peligrosos?

Las pilas y baterías que utilizamos a diario para el funcionamiento de diferentes equipos electrónicos y automotores, y que cada vez inundan más nuestros mercados, contienen diferentes metales en su composición como cadmio, mercurio, lítico, plomo, cinc, manganeso, níquel, etc. generando un proceso químico y por ende energía eléctrica, no obstante cuando terminan su vida útil y pasan a convertirse en residuos, y por su concentración se consideran como residuos peligrosos

Por lo tanto, cuando no hay un manejo adecuado de basuras que no selecciona y separa a pilas y baterías, permitirá que con el paso del tiempo, tanto pilas como baterías, sufran el proceso natural de deterioro hasta verter su contenido, que puede terminar en aguas superficiales y subterráneas, afectando el recurso suelo, y en su incineración contaminando el aire y dando lugar a elementos tóxicos volátiles, y por ende entrando en la cadena alimenticia, tanto humana como animal; además, de ser un atentado real y sin cuantificar a la biodiversidad.

Desde ya las consecuencias en cuanto a contaminación por metales pesados son en extremo grandes, en cuanto a la salud humana y de acuerdo a los grados de exposición y el metal desde afectaciones cutáneas simples, hasta posibilidades de cáncer. Por otro lado, contaminará grandes volúmenes de agua, que según proyecciones a corto y mediano plazo será uno de los elementos que podrá dirimir –incluso- las fronteras nacionales, dada su escasez y mala distribución, además por los efectos del cambio climático.

Composición y foto: Gustavo Cardoso / Mayo 2009 /