sábado, 23 de junio de 2007

El plomo, presente en nuestros platos


Tradicionalmente en nuestros hogares y muchos lugares de venta de alimentos, acostumbramos a usar -en la cocina típica- platos, ollas, jarros, cazuelas de barro de origen artesanal, cuyo esmaltado suele contener plomo, una sustancia altamente tóxica.

Según estudios diversos, entre ellos de la Universidad de California, “el plomo en el sistema sanguíneo, especialmente en los niños, usualmente provoca retardación mental, problemas músculo-esqueléticos y otras anomalías; y sin el tratamiento oportuno, puede resultar en muerte”.

“El riesgo de contaminación es mayor cuando estos utensilios se usan para preparar o servir alimentos que contienen ácido, como platillos y ensaladas a los que se agrega vinagre o jugo de limón, o frutas y verduras como tomates y naranjas (…). Estos alimentos aumentan la posibilidad de que el plomo se desprenda de las vasijas y los contamine y ese es un riesgo para su salud” (UCCE: 2006).

Para su fabricación, el óxido de plomo, útil para el vidriado, generalmente proviene de las baterías o acumuladores eléctricos de vehículos ya en desuso y que se comercializa en distintos mercados sin control alguno.

Si bien este problema incide sobre la tradición y el ingreso económico de muchas familias en el país, se hace importante que el Estado tome las debidas previsiones. El Proyecto de Ley de Residuos Peligrosos: Ingreso, uso y disposición final de pilas y baterías, presentado por Observancia, propone que los municipios puedan comprar por el lapso de dos años toda la producción ya existente, evitando así perjudicar la economía de sus fabricantes, pero a su vez, capacitarlos en el uso de otros métodos de esmaltado inocuos para la salud, hasta eliminar la utilización del plomo completamente.

¿Será, también, el fin de los soldaditos de plomo?

Fuente: http://ucce.ucdavis.edu/

lunes, 18 de junio de 2007

Baterías de celulares, contaminación incalculable

Las baterías usadas de los celulares, terminan como parte de la basura doméstica, y su número es cada vez mayor, en tanto las tecnologías y el mercado nos ofrecen diversidad de modelos, ventajas de comunicación, alcance y posibilidades adicionales.

“El segmento de baterías de telefonía celular a tenido, en el caso boliviano, un significativo crecimiento, siendo todas importadas, en los años noventa cuando el sistema de telefonía móvil entró en el país, éstos eran sinónimo de ostentación y tenía costos de operación inaccesibles, sin embargo desde esa época a la actualidad, la proporción se ha elevado considerablemente, a proporciones de un crecimiento del 7.150% y una teledensidad del 5.604% (…) datos de la Superintendencia de Telecomunicaciones (SITTEL) (2006)”.

“Según cálculos de la Agencia Europea del Medio Ambiente, actualmente son casi 40 millones las toneladas métricas de baterías en desuso. Si se pudiese cargar en camiones de basura todo ese volumen, se formaría una hilera que uniría Colombia con Japón” (Ecodigital).

El cadmio (un elemento altamente tóxico que se encuentra en las baterías usadas) de un solo celular puede contaminar más de 675.000 mil litros de agua (…) (Idem).

Más de 3.000.000 en uso y desuso están circulando, actualmente en Bolivia.

Por ello es importante normar su uso, ingreso y disposición final: Proyecto de Ley presentado por Observancia - Centro Interdisciplinario, al Congreso Nacional de la República.

Fuentes:
SITTEL 2006: La década de las telecomunicaciones, SITTEL, La Paz, (86 pp).
http://www.ecodigital.com.ar/Noticia1.htm

sábado, 9 de junio de 2007

Del compromiso a la acción

Quienes nos dimos a la tarea de promocionar el Proyecto de Ley de residuos peligrosos, ingreso, uso y disposición final de pilas y baterías, para Bolivia, somos personas que vimos de cerca este peligro en ciudades, pueblos, campos, ríos y sembradíos, pensado que lo importante debería superar lo urgente.

Observancia, una organización sin fines de lucro, que nos permite difundir aquello con institucionalidad esta iniciativa ciudadana, sumándonos ahora a otras internacionales, sin interés alguno, y que sólo buscamos evitar que se siga contaminando el mundo, rompiendo el equilibrio ecológico con residuos tóxicos, enfermando a nuestra población, matando la biodiversidad.

Cuenta Atrás 2010, es una red activa de miembros que trabaja por lograr el Objetivo 2010 de la Conservación de la Diversidad Biológica, sobre pérdida de biodiversidad (www.countdown2010.net). La misma se encuentra funcionando desde el 2004 liderada por la Oficina de la Unión Mundial para la Naturaleza - UICN para Europa (UICN-ROfE) y cuenta al momento con más de 150 socios incluidos gobiernos nacionales y locales, ONGs y empresas privadas.

La Comisión Europea se encuentra apoyando el establecimiento de una red regional en América del Sur, de la cual la UICN-Sur será responsable.

A Limpiar el Mundo es un "programa comunitario que inspira y apoya a individuos y comunidades de todo el mundo para que limpien, reparen y conserven su medio ambiente."

35 millones de voluntarios de todo el mundo se reúnen cada año, en distintos puntos del planeta, para llevar adelante esta campaña.

Los organizadores señalan que "en el siglo 21, por primera vez en la historia de la humanidad, la mayoría de la población mundial habita en zonas urbanas. Hoy las ciudades consumen el 75% de los recursos del planeta." Se puede ver que este es un gran desafío para todos, construir asentamientos urbanos más sustentables en los cuales podamos vivir limpia, justa y solidariamente.
Agradecemos, profundamente a Marco Arnéz por la producción de este video en animación, y a todos y cada uno de Uds. por su invalorable apoyo.

miércoles, 30 de mayo de 2007

El Cambio Climático en Bolivia


El Programa Nacional de Cambios Climáticos (PNCC), dependiente del Viceministerio de Planificación Territorial y Medio Ambiente, de Bolivia, ha publicado recientemente el libro: El Cambio climático en Bolivia (Análisis, síntesis de impactos y adaptación), se trata de un texto con importantes datos, que muestran la problemática de este fenómeno, específicamente en el país.

Quepa hacer notar que este trabajo, aborda la problemática desde distintos puntos de vista, resaltando el aporte de Ivar Arana Pardo, quien se ha constituido en un experto en la materia, por su trabajo de los últimos años. Él habla sobre la “sensibilidad y vulnerabilidad de los ecosistemas y sistema de la subsistencia humana al cambio climático”, en Bolivia, sobre la base de datos históricos de los últimos 50 años, confluyendo en un “análisis general de la vulnerabilidad al cambio climático”. Su información es muy reveladora y a la vez preocupante, especialmente la relacionada a las consecuencias sobre las actividades agropecuarias, y las categorías de seguridad alimentaria con más sensibilidad que otras.

En un segundo acápite, sobre la “Vulnerabilidad de los ecosistemas al cambio climático”, se hará un estudio científico acompañado de gráficos, mostrando la magnitud de cambio, la pérdida de biodiversidad, “el balance hidrológico suelo-atmósfera”, la influencia sobre los humedales, el impacto sobre las regiones amazónicas y chaqueñas, los efectos sobre la agricultura campesina, etc. Los autores manifiestan, además, líneas de trabajo para apoyar a la adaptación de los ecosistemas y bosques.

“Impactos del cambio climático sobre la producción agropecuaria”, es otro capítulo, haciendo conocer de forma fehaciente cambios favorables y desfavorables por el aumento de la temperatura en esta zona del globo; recomendándose en la profundización de los resultados de la investigación, basados en la dinámica metereológica anual y las políticas agrícolas.

Respecto a los recursos hídricos, vale la pena detenerse en los “impactos esperados” cuyo investigación es por regiones del país, discurriendo en datos realmente alarmantes, no sólo por las dificultades en el acceso al recurso agua, sino en las posibles afectaciones en la producción de energía eléctrica, recomendándose “(…) la necesidad urgente delinear planes hidráulicos, por lo menos para las cuencas cuya oferta de agua esta en perspectiva de ser insuficiente para satisfacer la demanda”.

Finalmente Marilyn Aparicio Effen, presenta un estudio sobre la “Vulnerabilidad de la salud humana a la variabilidad y cambio climático en Bolivia”; proporcionándonos antecedentes sobre efectos directos e indirectos, en el primer caso con (…) daños a la integridad física de las personas o las epidémicas generadas por derrumbes, ciclones, sequías, inundaciones, etc. o en forma indirecta, cuando son el resultado mediato o son producidos a través de intermediarios como los incrementos en la incidencia y prevalencia de las enfermedades transmitidas por vectores, las reemergencias de enfermedades ya desaparecidas o controladas, el desarrollo de nuevas enfermedades, etc. de áreas endémicas”.

Este es un texto importante para su análisis, no sólo por expertos, estudiantes o estudiosos de la materia, sino por todo ciudadano del país, debiendo entre todos concretar acciones para evitar –al máximo- las consecuencias del cambio climático.

El libro El Cambio Climático en Bolivia (Análisis, síntesis de impactos y adaptación) se lo encuentra en el sitio web http://www.pncc.gov.bo/ y es de libre disponibilidad.

Gustavo Cardoso Subieta

lunes, 14 de mayo de 2007

El Parque Nacional Madidi



Situado en el Departamento de La Paz – Bolivia el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado – Madidi, se constituye en una de las joyas de la naturaleza más importantes del planeta, por su privilegiada relevancia ecológica y biogeográfica, su enorme riqueza de ecosistemas y especies de flora y fauna, que presenta dentro de sus al menos 5 pisos ecológicos que van desde zonas de nieve y altoandinas en la Cordillera de Apolobamba hasta llanuras amazónicas, de 200 a 6 mil metros sobre el nivel del mar.

Fue creado el año 1995, con una superficie de 18.957 km², siendo “catalogado por la Revista National Geographic como una de las más inmensas reservas mundiales de biodiversidad”, hasta la fecha se han catalogado más de 4.739 especies de plantas superiores, más de 200 mamíferos, 867 especies de aves considerándose que hay más de mil de éstas, o el equivalente al 11% de todas las aves del mundo, que se dan cita en estos parajes.

Para acceder a este imponente lugar se tienen dos principales puertas de acceso, San Buenaventura y Apolo, en el primer caso, atravesando los Yungas hasta llegar, luego de 18 horas –aproximadamente- de viaje en bus, o 40 minutos vía aérea. Rurrenabaque es, sin duda, el primer puerto de desembarco. Esta pequeña ciudad del Beni es frontera con La Paz, cuenta con servicios básicos para pasar una buena vacación.

Más tarde, se atravesará en una catraya el río La Paz, y en pocos minutos ya en San Buenaventura, se podrán atravesar largos caminos hacia Tumupasa e Ixiamas, zonas cálidas de bosque alto y primario en muchos casos. Tierra de pueblos indígenas como los Tacana, Araona que se mezclan con otras manifestaciones del país que migraron en los años setenta, cuando el gobierno de entonces prometió que esta zona sería el “polo de desarrollo”, que nunca llegó.

En el interior del Área protegida, en las tierra bajas, en el bosque lluvioso, sus habitantes tacanas en un número aproximado de 1.700 personas, conviven su existencia en las orillas del Madidi.

Río arriba, a pocos metros del imponente cerro El Bala, por su atrayente forma de un corte de media luna en su punta, se llega al campamento con el mismo nombre, y a partir de allá comenzará la aventura de ver aves, tropas de chanchos de monte, caídas de agua, riachuelos, insectos, y diferentes paisajes del maravilloso trópico amazónico.

Apolo, es la otra puerta, y se llega allá atravesando una parte importante del altiplano, pasando por la tierra de los herbolarios como es Charazani, se dice que éstos se asentaron en el lugar luego de la conquista del imperio incaico, pasando sus conocimientos de generación a generación. Saliendo de la tierra de los Kallahuayas, uno se encuentra con uno de los bosques primarios más imponentes, para confluir en Apolo, tierra de los indígenas Leco, del río Tuichi, la tierra del incienso y del oso de anteojos o Jukumari, lugar donde fuera en el pasado el auge de la quinina o chinchona, agria corteza que cura la Malaria.

El Madidi, sitio magnífico que se constituye en una de las joyas nacionales y patrimoniales de la humanidad, lugar que sobre todas las cosas debe ser resguardado por autoridades nacionales y la comunidad internacional, en momentos tan críticos como el actual del calentamiento global.


Fotos: Gustavo Cardoso Subieta

sábado, 5 de mayo de 2007

Desechos: Problema álgido


El manejo de desechos sólidos y líquidos en el país, es un problema álgido que deberíamos asumirlo entre el Estado y la sociedad civil en todos sus estamentos, somos conscientes que aquello revierte inversión, sin embargo, a medida que pasa el tiempo más difíciles serán las oportunidades que tengamos para otorgarnos la oportunidad y el derecho de un medio ambiente sano.

Nos hemos convertido en un país de segunda mano. A diario, a través de la importación legal o de contrabando, estamos recibiendo todo tipo de equipamiento y tecnologías que los países desarrollados la desechan y que en el futuro nos causarán serios problemas con costos para el Estado incalculables. Desechos que están dispuestos a lo largo y ancho de la geografía nacional, en forma de basura cuando cumplen ya su vida útil.

"Yo tenía una información vaga, digamos que una pila se puede propagar bastante en el suelo (…). Sería bueno concientizar a la gente del campo y también a la del pueblo. Porque lamentablemente como somos un sitio turístico, la gente lanza las pilas a los ríos y al agua que está circulando; claro los daños no los vemos ahora, posteriormente con seguridad..." (Raldez Montaño - Concejal -. Presidente Comisión Institucional y Medio Ambiente - Municipio: Coroico – La Paz).

Mayor información (Video documental, Monografía: Revisión y análisis de las características del manejo ambiental de pilas y baterías en Bolivia, y Proyecto de Ley): http://www.observancia.org/

lunes, 23 de abril de 2007

Pilas y baterías: Contaminación que asusta


Durante todos los días, en nuestros hogares, y sin importar la condición social, utilizamos, en distintos artefactos, pilas o baterías fabricadas en gran parte con diferentes metales pesados; cuando pierden su vida útil son parte de la basura doméstica; van a parar a botaderos, basureros, cenizales, cuencas de ríos, etc. Una vez en contacto con la naturaleza, comienzan a corroerse, y sus compuestos contaminarán silenciosamente los recursos agua, suelo, y aire, en este último caso si son incineradas, repercutiendo negativamente en el medio ambiente y nuestra propia salud.

Estudios internacionales han advertido que una sola pila de botón puede contaminar más agua de la que tomaríamos en nuestra vida. El níquel, el cadmio, cinc, mercurio y otros, entran a la cadena alimenticia a través del agua, o se bioacumulan en peces u otras especies; o se percolan hasta llegar a aguas subterráneas.

Una interminable lista de enfermedades propagadas por esos metales que ingresan al sistema humano, demuestran que estamos, hoy en día, a expensas de una letal contaminación, y en nuestro país, no estamos haciendo nada al respecto.

Los desechos tóxicos en nuestros hogares

Los riesgos por la exposición de los diferentes contaminantes que contienen pilas y baterías, será –sin lugar a dudas- de difícil cuantificación, quizá en términos de salud pública se podrían hacer análisis comparativos de enfermedades que se han acrecentado en las últimas décadas, empero no habrá que atribuir únicamente a éstos elementos.

Sin embargo, resta cuestionarse sobre el destino de cientos de toneladas que ingresan al país, y son parte de los basureros, tiraderos, cenizales, ríos, terrenos, lagos y lagunas, terrenos baldíos que hacen a nuestras comunidades, pueblos, cantones y ciudades. Seguro, que la toxicidad de encuentra en sitios de cultivo, en el cauce de ríos, en el aire, y en lo tejidos de animales y el organismo humano.

Elementos como el mercurio, no sólo contaminarán el aire cuando se incineran las pilas, sino que se bioacumulan, en los tejidos de los peces; son parte de la cadena alimenticia. El cadmio, níquel, litio, plomo, tendrán secuelas altamente nocivas, pudiéndose nombrar efectos cancerígenos, daños (…) “al cerebro, los riñones y al feto, provocando retraso mental, en el andar o el habla, falta de coordinación, ceguera y convulsiones” (Agency for Toxic Substances and Disease Registry ATSDR).

1 sola pila de botón puede contaminar 600.000 litros de agua.

Por otra parte, centenas de familias que viven de manipular, cargar o reacondicionar baterías para vehículos, compuestas de plomo – ácido, desconocen los graves efectos de éste metal sobre los huesos, los riñones y los sistemas reproductivo y nervioso.

El uso indiscriminado de óxidos de plomo en el esmaltado de utensilios, que son parte de la vajilla que se utiliza a diario en nuestros hogares y restaurantes, sobre todo aquellas de fabricación artesanal, o los antiguos desagües fabricados con plomo, nos están contaminando calmamente.

“En el caso de la ciudad de La Paz, varios estudios, [como de la UMSA], relativos a la contaminación de la cuenca del Choqueyapu, muestran que la polución de este río ha persistido a lo largo de las últimas décadas y atribuyen cerca del 50% de la contaminación a los residuos domésticos y el 10% a los desechos sólidos”.

La tarea inmediata es contrarrestar y precautelar mayores daños a la salud humana, animal y al medio ambiente; esto se logrará sólo contando con políticas públicas donde haya intervención del Estado en su conjunto, además de la participación social, la formación de la opinión pública y su necesaria sensibilización.

Intervenciones aisladas y recolección de pilas sin tener un destino final, no son para nada aconsejables, peor aún arriesgar a niños en este quehacer, puesto que se requiere la capacitación necesaria, y contar con repositorios de varias capas de cemento y plásticos para que herméticamente sean aisladas y puestas en sitios lejanos específicamente acondicionados.

Resta emprender inmediatamente a las soluciones de este problema. Estamos ante el reto de enfrentar al calentamiento global, y no es justo que vayamos con ojos vendados a este futuro incierto. En el Congreso Nacional de la República, está el Proyecto de Ley: de Residuos Peligrosos: ingreso, uso y disposición final de pilas y baterías, presentado como una iniciativa ciudadana, y es menester que se discuta y se logre su aprobación. En este problema todos, todos sin excepción somos parte.

Mayor información (Video documental, Monografía: Revisión y análisis de las características del manejo ambiental de pilas y baterías en Bolivia, y Proyecto de Ley): http://www.observancia.org/

jueves, 19 de abril de 2007

Calentamiento Global

Miércoles, 18 de abril de 2007


Miércoles, 18 de abril de 2057


sábado, 17 de marzo de 2007

El envenenamiento silencioso: pilas y baterías




La sociedad de las tecnologías que vivimos, ha traído consigo la producción de desechos altamente tóxicos, que son parte de nuestra cotidianidad, entre estos podemos mencionar pilas y baterías, que se han convertido en un problema de salud pública y un atentado contra el medio ambiente.

Específicamente en su tratamiento para el uso doméstico en nuestro medio, estamos totalmente desinformados de las consecuencias. Estos elementos aparentemente son inocuos, forman parte de la basura doméstica, son “juguetes” de nuestros niños, pero en general paran en basureros, botaderos, rellenos sanitarios, cenizales, terrenos baldíos, cuencas de ríos, en un rincón del patio, etc. causando a medida que se modifican por su desintegración enormes problemas ambientales, que no están cuantificados.

Elementos como el mercurio, no sólo contaminarán el aire cuando se incineran las pilas, sino que se bioacumulan, en los tejidos de los peces, que son parte de la cadena alimenticia. El cadmio, níquel, litio, plomo, tendrán secuelas altamente nocivas, pudiéndose nombrar efectos cancerígenos, daños (…) “al cerebro, los riñones y al feto, provocando retraso mental, en el andar o el habla, falta de coordinación, ceguera y convulsiones” (Agency for Toxic Substances and Disease Registry ATSDR). Por ejemplo 1 sola pila de botón puede contaminar 600.000 litros de agua.

Cientos de toneladas de este material ingresan legal e ilegalmente al país cada año, un grueso porcentaje sin cumplir normas internacionales. O centenas de familias que viven de manipular, cargar o reacondicionar baterías para vehículos, compuestas de plomo – ácido, desconociendo los graves efectos de éste metal sobre los huesos, el sistema nervioso, los riñones y el sistema reproductivo.

El uso indiscriminado de óxidos de plomo en el esmaltado de utensilios, también es un problema.

La forma de acometer contra esta problemática, es contar con políticas públicas donde haya intervención del Estado en su conjunto, intervenciones aisladas y recolección de pilas sin tener un destino final, no es para nada aconsejable, peor aún arriesgar a niños en este cometido, puesto que se requiere la capacitación necesaria, y contar con repositorios de varias capas de cemento y plásticos para que herméticamente sean aisladas y puestas en sitios lejanos específicamente acondicionados.

No obstante, es importante que todos participemos en la búsqueda de soluciones, justamente dentro de las iniciativas ciudadanas el pasado jueves 15, en instalaciones de la Vicepresidencia de la República ha sido presentado el Proyecto de Ley: de Residuos Peligrosos: ingreso, uso y disposición final de pilas y baterías, se ha exhibido un video - documental producido específicamente para informar a legisladores y población en general, y se entregó una investigación sobre lo que se está haciendo fuera del país al respecto.

Este es un momento para pensar en lo importante y no sólo lo urgente.

Todo el material señalado (video, investigación y proyecto de Ley) obtenerlo en: www.observancia.org



Esperamos tus aportes.